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Los dibujos de Miguel Rivas se caracterizan por mostrar una estética muy marcada, limpieza y organización, pese a la complejidad que implica trabajar con nudos y marañas. Pone especial énfasis en la composición y un excelente manejo del espacio/formato del papel. En los dibujos blanco y negro, se puede apreciar una gran variedad de grises que los hace muy ricos en tonalidades, que junto a las rayaduras, genera profundidad espacial. Las formas se sienten voluminosas, tridimensionales, casi palpables. En los grandes formatos es más apreciable la fuerza de las líneas del dibujo haciéndolos más cautivadores. Sus dibujos se acercan al grabado, o serían unos buenos grabados, si esa fuera su intención.  

 

Tras las formas abstractas que insinúan figuraciones, plantea una lectura que sólo puede hacerse desde los propios contenidos del espectador, incluso los nombres de las obras no remiten a ningún contenido en particular. En términos generales, la complejidad contenida, lo atado o enmarañado, o el pelo como elemento variable que define roles asumidos en la interacción social, podrían ser puntos de partida al momento de interactuar con la obra de este artista.

 

Ana Agelán

Curadora del Museo de Arte Moderno MAM

República Dominicana